Literálika | Leyendo en círculos
La lectura de obras de ficción es un encuentro de personalidades en que el escritor propone una historia, plantea una idea, lanza una provocación al aire y, del otro lado del texto, un lector interpreta, completa la historia, lee entre líneas, vislumbra el alma del autor, las cosas que puso involuntariamente
Ambos llevan a cuestas cientos de otras personalidades: las de aquellos que los formaron en la casa y en la escuela, las de los autores que han leído, las películas que han visto, la música que han escuchado, las de los amigos y familiares que los rodean y que influyen en ellos todos los días
Por esta razón no hay dos lecturas iguales
Incluso cuando uno relee un libro siempre encuentra cosas nuevas, como si el autor nos hablara con otra intención
No es él quién cambia, sino nosotros
Leer es un acto irremediablemente solitario
Sin embargo, compartir la experiencia después con un grupo de amigos en un círculo de lectura es muy enriquecedor porque permite descubrir lo que los demás encontraron en aquel mar de letras; lo que llamó su atención; lo que pasaron por alto; la interpretación que dieron al texto, con frecuencia diferente a la propia; la asociación de ideas; las referencias a otras obras
Un libro tiene tantas lecturas posibles como lectores se acerquen a él
Hacer un comentario sobre lo que acabamos de leer implica un esfuerzo si queremos decir algo más allá de si nos gustó o no el libro
Hay que ordenar las ideas, tal vez regresar al texto y releer aquello que subrayamos porque nos pareció interesante o novedoso, o porque encontramos una frase que nos provocó una emoción
Pensar es trabajoso, pero rinde frutos cuando uno se sorprende hilando un par de ideas propias. perspectivas.dian.gov.co